Según diferentes estudios, hasta el 70% de los pacientes con lupus sufren de disfunción cognitiva, un término que puede sonar complejo pero que en realidad se refiere a dificultades en las funciones mentales superiores, como la memoria, la concentración y la toma de decisiones.
Es posible que conozcas esta afección como «neblina lúpica,» una descripción que capta la sensación de confusión, problemas de concentración y atención y desorientación que a menudo acompaña a este problema.
¿Por qué tengo disfunción cognitiva?
Las vías patogénicas de la disfunción cognitiva relacionada con el lupus eritematoso sistémico (LES) aún no se han elucidado completamente, pero se han propuesto factores como la vasculopatía, la neurotoxicidad mediada por anticuerpos, las alteraciones en la señalización de citoquinas y las anormalidades en el complemento como posibles contribuyentes (Lampner C. Rheum. Advisor 2018).
Aparte de estos, existen otros factores que pueden influir en la disfunción cognitiva en pacientes con lupus y la causa no siempre está en la afectación del sistema nervioso, una compleja manifestación del lupus conocida como lupus neuropsiquiátrico.
Dichos factores adicionales son:
- Fatiga crónica:
La fatiga es un síntoma común en el lupus y puede ser abrumadora. La fatiga intensa puede afectar negativamente la concentración y la memoria.
- Insuficiente descanso:
Muchos pacientes con lupus tienen problemas de sueño (insomnio, sueño no reparador…) debido a la fatiga, al dolor y/o a ciertos tratamientos. Todo ello afecta a la disfunción cognitiva.
- Factores psicológicos:
El diagnóstico de lupus y la gestión de una enfermedad crónica pueden causar estrés, ansiedad y depresión, que a su vez pueden afectar la cognición y la función mental.
- Efectos secundarios de la medicación:
Algunos de los medicamentos utilizados para tratar el lupus, como los corticosteroides, pueden tener efectos secundarios que afectan a la cognición. Estos efectos pueden incluir dificultades de concentración, confusión y alteraciones en el estado de ánimo.
Es importante destacar que la disfunción cognitiva en el lupus puede variar en su gravedad y manifestación de una persona a otra. No todos los pacientes con lupus experimentan estos síntomas y, cuando lo hacen, pueden ser temporales o crónicos.
El impacto de la disfunción cognitiva en el paciente
El impacto de la disfunción cognitiva en la vida de una persona puede ser significativo, y uno de los ámbitos más afectados suele ser el laboral. Las dificultades para concentrarse, recordar información o tomar decisiones pueden dificultar el rendimiento en el trabajo y provocar estrés adicional.
¿Cómo puedo mejorar la disfunción cognitiva?
El tratamiento de la disfunción cognitiva en el lupus eritematoso sistémico (LES) se debe llevar a través de un enfoque multidisciplinario que se centre en abordar las causas subyacentes y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
- Control de la enfermedad:
La primera línea de tratamiento implica controlar la actividad del lupus en sí. Esto generalmente se logra mediante la administración de medicamentos inmunosupresores, corticosteroides, antipalúdicos y otros agentes inmunosupresores específicos del LES. Mantener la enfermedad bajo control puede reducir la inflamación y prevenir daños adicionales al sistema nervioso central.
- Abordaje de los problemas de salud mental:
Es necesario tratar trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, que a menudo se asocian con la disfunción cognitiva.
- Terapia ocupacional y fisioterapia:
Los terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas pueden trabajar con los pacientes para desarrollar estrategias y ejercicios que ayuden a mejorar la función cognitiva y la coordinación. Esto puede incluir ejercicios específicos para mejorar la memoria, la atención y la resolución de problemas.
- Terapia cognitivo-conductual:
La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ser útil para ayudar a los pacientes a desarrollar estrategias para afrontar la disfunción cognitiva y reducir la ansiedad y la depresión relacionadas. La TCC se centra en cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos.
- Ejercicio y dieta saludable:
Mantener un estilo de vida saludable puede tener un impacto positivo en la función cognitiva. El ejercicio regular y una dieta equilibrada pueden mejorar la circulación sanguínea, reducir la fatiga y promover la salud cerebral en general.
- Gestión del estrés:
El estrés puede exacerbar los síntomas de la disfunción cognitiva en el LES. La práctica de técnicas de gestión del estrés, como la meditación, la relajación y el yoga, puede ser beneficiosa para reducir el estrés y mejorar la concentración.
- Educación y apoyo:
Brindar educación a los pacientes y sus familias sobre la disfunción cognitiva en el LES puede ayudar a comprender y gestionar mejor los síntomas. Además, el apoyo emocional a través de grupos de apoyo y la conexión con otros pacientes puede ser reconfortante y proporcionar estrategias efectivas para enfrentar la enfermedad.
El compromiso de ACOLU en materia de disfunción cognitiva
Desde ACOLU Lupus Córdoba, y gracias a la inestimable colaboración de nuestra psicóloga clínica Carmen Recio Melgarejo, ofrecemos con asiduidad talleres que abordan este aspecto con el que conviven muchos pacientes con lupus.
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